Audiencias Convención Constitucional: Recreando el Principio



Hemos solicitado audiencia a la Convención Constitucional, a las comisiones de Principios Constitucionales, Derechos Fundamentales y Sistemas de Conocimiento.

La intención es compartir una impresión y hacer presente una exigencia primordial que debemos hacernos al darnos un nuevo marco de convivencia, esto es, recrear la manera de conocer, la noción de realidad y de ser humano, incluir la dimensión esencial de la existencia, y con este principio configurar un Estado y garantizar derechos que aseguren, promuevan y protejan la realización armónica de la existencia humana en esa realidad e identidad actualizadas.


Comisión de Principios Constitucionales

Una noción básica debe ser incluida en nuestra constitución de cara al siglo XXI, un nuevo principio coherente con el momento planetario que está viviendo nuestra civilización, esto es, la recreación de nuestra manera de conocer y de la noción de realidad que compartimos, que implica un proceso habilitante indispensable para participar de un nuevo paradigma cultural, que de cuenta del contexto unitario en el que existimos como humanos, y por eso debe estar presente como una directriz prioritaria, para que sea posible redefinir nuestras necesidades y las condiciones en las que hoy vamos a convivir.

Esta principio nos exige revisar nuestra identidad esencial común para encontrarnos con la experiencia de la Dignidad, intangible, desde donde y hacia donde los Pueblos de Chile han exigido caminar, sin abusos ni opresión de ningún tipo.

En la Constitución, las oportunidades y condiciones para este desarrollo perceptual deben estar siempre contempladas, garantizadas y promovidas, para las Personas como un derecho humano que al mismo tiempo es un deber fundamental con el bien colectivo, y para el Estado como una exigencia primera y principal, para la cuál debe contemplarse una constante capacitación.


Comisión de Derechos Fundamentales

El Estado está al servicio de un ser humano al que se le ha reconocido una existencia esencial espiritual, desde donde emana su Dignidad así como Deberes y Derechos Fundamentales, esta es la base del compromiso ineludible que el Estado ya tiene con las Personas y los Pueblos, tanto los que habitan y conforman el país como aquellos que llamamos extranjeros o migrantes, puesto que se reconoce que esta identidad esencial es trascendente a las países y sus fronteras. Somos de hecho un solo Pueblo Planetario, el Pueblo Humano y su Nación Espiritual.

Chile, ya está comprometido con esta identidad esencial que somos, desde 1948, lo que hoy habría que explicitar es que tal condición es compartida con la existencia no humana, puesto que somos un solo organismo, un solo ser.

El debate en torno a los Derechos Fundamentales en esta comisión, para definir cuáles serán expresamente reconocidos y consagrados, debe realizarse observando esta existencia espiritual que compartimos y de la cuál emana la Dignidad que nos reconocemos, desde donde puede precisarse las necesidades y posibilidad, y exige condiciones y oportunidades para su realización en todas las manifestaciones humanas.


  • Educación

¿Cual es la noción de ser humano, sujeto de derechos, a quien debemos brindar Educación?

¿Estamos contemplando el desarrollo de la dimensión espiritual de la existencia (fuera de la práctica y doctrina religiosa)?

¿Habilita(rá) la Educación para conectar con lo sutil inmaterial trascendente de la existencia?


  • Derecho a la Expansión de la Consciencia con tecnología Enteógena

Antes de debatir este asunto pedimos a la Comisión instruirse acerca de esta realidad.

Las personas que cultivan y usan plantas y otros enteógenos con un fin personal de expansión de la consciencia, cultivo de su espiritualidad y enriquecimiento de su salud, bienestar y desarrollo, cumpliendo así con deberes esenciales hacia su propia vida y para el bien colectivo, existen en nuestro país, su cultura es una realidad, y es un hecho que están siendo vulneradas.

La nueva Constitución Debe hacerse cargo de respetar, proteger y promover estos legítimos ejercicios, individuales y colectivos, incluyendo las circunstancias fácticas que los rodean, para que no sigan siendo discriminadas y criminalizadas injustamente por el Estado, las personas que los realizan, como en estos momentos sucede.

Esta criminalización arbitraria ya fue denunciada a la Convención Constitucional en audiencia pública ante la Comisión provisoria de Derechos Humanos.

Son diversos los antecedentes oficiales referidos a la correcta aplicación del derecho en el caso de la Ley 20.000, que refuerzan las nociones de una Soberanía Personal que a todas las personas nos asiste y conforme a la cuál ejercemos nuestros derechos y deberes fundamentales, sin causar daño a terceros o a los bienes jurídicos protegidos, es decir, resguardando incluso promoviendo el Bien Común. Tratándose de un ajuste cultural, sin embargo, aún sigue patente la criminalización y condena de inocentes y se vuelve pertinente que la nueva Constitución recoja explícitamente esta expresión humana como ejercicio legítimo a proteger, promover y respetar, sin ambigüedades.


Comisión de Sistemas de Conocimientos

Urgentemente necesitamos aprender a existir de otro modo, para esto es indispensable elevar la jerarquía de nuestro conocer y participar colectivamente de un nuevo paradigma cultural.

La inclusión de la espiritualidad en la Consciencia y la recreación de lo humano existiendo en un todo unitario, es experiencia habilitante y parte esencial de este proceso.

La participación y creación cultural en el más amplio y esencial de los sentidos, se ven radicalmente transformadas desde el conocer de la consciencia expandida y la experiencia de conexión y continuidad total.

Estos son conocimientos ancestrales que le pertenecen a la humanidad, que encientran eco en las ciencias y el derecho, así como en la vida cotidiana de personas que buscan vivir con sentido aportando a la armonía de la unidad que somos toda la existencia. 

Esto en esencia es lo que significa que Chile Despertó, que sus gentes, las personas y pueblos que habitan este país, su ciudadanía, han alcanzado colectivamente un momento de mayor consciencia, han incluido en esa mayor consiciencia aspectos de la realidad que estaban por fuera de su alcance, caen los velos y emerge la fuerza para exigir como base, como mínimo, la Dignidad, sin abuso ni opresión de ningún tipo, Dignidad experiencia intangible que a todos nos asiste, que para todos existe, no solo para las personas humanas, también para los seres no humanos, pues todos en conjunto conformamos el ser común que somos. Ya no debemos seguir pensándonos, viniéndonos, por separado.

Esta manera (lúcida-inclusiva) de conocer debe explicitarse como un principio y esta presente en el espíritu y las normas de la nueva Constitución, de manera que el Estado lo observarse en todas sus actuaciones, capacitando para ello a funcionarios y autoridades, y siempre resguardando, promoviendo y protegiendo que las personas puedan enriquecer sus vidas con esta meta-competencia o expansión de la consciencia.


 






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