EXPOSICIÓN DR. MILTON FLORES - II JORNADA DE INTEGRACIÓN CIUDADANÍA PODER JUDICIAL
Exposición:
“El proceso de intervención en los niveles esenciales de la dinámica cultural como estrategia sanitaria para trascender la vulnerabilidad a las adicciones, promoviendo la actualización de la potencialidad espiritual del colectivo.”
Dr. Milton Flores, Director Equipo Triagrama
II Jornada de Integración Ciudadanía - Poder Judicial,
SIN ESENCIA NO HAY JUSTICIA.
21/01/2016
(…)
Participar de una actividad de esta categoría que tiene que ver con
ir abriendo una comprensión de ser humano más esencializada,
como
psiquiatra me correspondió, apenas egresado, un proyecto de estudio
de las adicciones en jóvenes en La Reina, el año ochenta y siete me
hago cargo de iniciar esa investigación que se estaba realizando
simultáneamente en varias comunas de Santiago.
En
ese ejercicio, el año ochenta y nueve, antes del cambio de régimen
político, se decide tratar de integrar esta información y procurar
algún destilado que pudiera efectivamente enriquecer el trabajo que
se venía haciendo en esta materia. Ese
año, el ochenta y nueve, en lo más esencial, una actividad
realizada en conjunto con OS7, con narcóticos, con Ministerio de
Salud, con Hogar de Cristo, con Iglesia Luterana, Católica...
Transversalmente con todos los actores que estaban trabajando en esta
materias en ese tiempo, se concluye en lo más esencial que la
vulnerabilidad a la adicción a la droga se sustenta en la falta de
una consciencia más profunda de la existencia humana y por lo tanto
el compromiso de la actualización de habilidades que pudiera a un
ser humano permitirle pasar victorioso el desafío de la existencia.
El
modelo imperante que tendía a la superficialización de la
existencia generaba una necesidad urgente de arrancarse, de evadirse
de la realidad
a través de mecanismos evasivos y las drogas legales o ilegales y
otros recursos, otros objetos de adoración promovían esta evasión
de la realidad. Cuando se analizó la funcionalidad de las drogas, un
resultado, la funcionalidad económica, que producía mucha
rentabilidad de plata legal e ilegal. La
otra, que promovía el desarrollo de la percepción en algunos casos
expandida y permitía recuperar el sentido o promover la búsqueda de
sentido de algunas personas.
Nosotros
tomamos el desafío como equipo profesional de empezar a ver como
nosotros lográbamos efectivamente procurar una transformación de la
cultura, como podíamos incluir algo que pudiere efectivamente
visualizar alguna esperanza, ¿Qué
podía hacer el ser humano?, ¿Qué podía hacer la cultura, que
permitiese la actualización de esos potenciales de análisis que
estaban soslayados y soterrados?
Empezamos
la investigación, nos encontramos con el estudio de todo lo que es
la física contemporánea, el tema de la física cuántica, también
nos encontramos con sabiduría chamanica ancestral, viendo como
habían experiencias puntualmente en Perú, en Takiwasi. Una
experiencia financiada por la Comunidad Económica Europea, un
psiquiatra francés Jacques Mabit haciendo un trabajo sobre las
adicciones que efectivamente iba a atacar el proceso de adicción, no
solamente cambiar el objeto de adicción como lo hacen los programas
de alcoholismo en Chile. Porque se cambia el alcohol por
antidepresivos, como lo hacen en programas chilenos, la persona sigue
enferma claro, con menos daños, entre comillas. Pero el proceso de
adicción no se procura que el sujeto adquiera grados de libertad
superior que le permita efectivamente pasar por los momentos
difíciles, por los momentos demasiado forzosos manteniendo la
lealtad esencial a algo más fundamental.
Empezamos
a integrar todos estos antecedentes a incorporar esta información y
a hacer prácticas, o sea, a hacer realizaciones en distintos
servicios públicos del país tratando de promover experiencias de
aprendizaje donde las personas pudieran experimentar un estado de
observación de otra jerarquía, que los facultara para incluir más
de la existencia, tanto lo de afuera, como lo de adentro, y eso dando
pie a planos no materiales de la realidad sintonizado con los
planteamientos de la ciencia como decíamos, con resultados
excelentes.
Aquí
en Concepción hubo un trabajo de un sistema educativo en Hualpén
donde se estuvo incluyendo la meditación, la capacidad expandida de
los profesores, del alumno, después de los apoderados, teniendo como
resultado la disminución del uso de ritalín en niños y disminución
de licencias médicas en profesores.
Se hizo una intervención en un Centro de Alto Riesgo en el SENAME,
donde se hizo una dinámica a jóvenes que simultáneamente
desarrollaron procesos plásticos que terminaron con alguno de esos
cuadros instalados acá, en una ceremonia con el entonces Presidente
de la Corte Suprema Don Milton Juica, aquí en el salón de la Corte
de Apelaciones en Concepción.
Esto
se ha venido trabajando y hemos tenido historia ya desde antes,
nosotros estamos buscando como modificar el patrón cultural. Hemos
trabajado en Salud, con el SENAME hemos trabajado más de cinco años
en distintos centros. Tratando de habilitar a los funcionarios para
que tuvieran capacidad de acoger su propia vida con mayor destreza,
de forma que pudieran acoger la vida de los jóvenes con más
competencia. Sin
embargo, también nos dimos cuenta que en esos sistemas nosotros nos
íbamos, y venía “la mátrix” con su frecuencia imponiendo sus
términos,
donde la cosa ya sabemos todos como funciona, y sabemos los
resultados, de cómo están las cosas en estos tiempos, con el modelo
que tenemos por delante.
Nos
vimos nosotros, ante el desafío como equipo conformado
principalmente por profesionales de la salud, pero también se
incorporaron abogados, profesores, antropólogos, arqueólogos,
físicos, participando en distintas orbitas. Pero
tuvimos conciencia de que teníamos que tirarnos a las “patas de
los caballos”, o sea, teníamos que ir a “la mátrix” misma a
trabajar.
Dentro de nuestra investigación, nuestro estudio se nos había
planteado que pretender trascender la resistencia instalada en los
poderes del Estado era casi imposible, y la única posibilidad cierta
que teníamos era hacerlo a través de la ciudadanía, ir
directamente a la ciudadanía, tratar de tener un impacto que en la
ciudadanía generare alguna reacción.
Nosotros
no pudimos tener una oportunidad más propicia cuando efectivamente
en el primer juicio a mí me imputan por tener plantas, el fiscal en
ese minuto me dijo Doctor “pucha” hagamos una “salida”
aquí... Nosotros
tenemos la oportunidad de como ciudadanos exponer planteamientos de
otra categoría, para poner el tema de fondo en la mesa nosotros
quisimos ir al juicio justamente porque entendimos que era una
estrategia para poder poner un tema que nos parecía relevante y el
tema era justamente la presencia de una necesidad urgente de recrear
la noción de ser humano que se estaba trabajando,
nosotros
como psiquiatra veíamos que el problema era que el ser humano que
estábamos formando, que estábamos curando, al que estábamos
sirviendo, era un ser humano que, -después nos dimos cuenta- no era
el ser humano que está establecido en el Derecho, nos
dimos cuenta que internacionalmente Chile pertenece a una comunidad
de naciones en donde el principio fundamental es la esencia del ser
humano, y los derechos esenciales son prioridad, son razón de ser de
los Estados y que eso tenía que ver con un reconocimiento de una
identidad fundamental que no es la identidad propia de las naciones
sino que se reconocía que había una dimensión sutil, no
geográfica, no material que era donde se podía reconocer la
identidad del ser humano.
Vimos
que en artículo primero de la Constitución aparecía que el Estado
tiene compromiso con la dimensión espiritual y material del ser
humano y
vimos que en artículo quinto había claramente una explicitación
que los derechos esenciales son un límite a la soberanía del
Estado, empezamos a reconocer que había un ser humano al cual el
Derecho … en psiquiatría no hay tratado que lo explicite de esta
forma la jerarquía del ser humano, sin embargo, en
la matriz jurídica aparece claramente la explicitación de que el
ser humano tiene una dimensión material y tiene una dimensión
esencial, dimensión esencial que incluso está protegida por ley.
Uno
tiene una soberanía que cuando no se produce daño a tercero esa
soberanía no puede ser interferida por el Estado. Vimos también que
no había ninguna política pública para desarrollar la dimensión
espiritual del ser humano.
Empezamos
a ver cómo esta dimensión de la existencia que desde el año
cuarenta y ocho está establecida en la Declaración Americana de
Derechos y Deberes y en la Declaración Universal de Derechos
Humanos, es letra muerta, no existe, no existe. Nosotros preguntamos
en el Instotuto Nacional de Derechos Humanos y no existían los
derechos esenciales en la agenda. La noción de ser humano con la que
se trabajaba era cualquiera, no había una jerarquía, no era algo
refrendado por la ley. Fue eso lo que a nosotros nos motivó a
levantar en los tribunales la exigencia de los respetos esenciales.
Vimos
que claramente, si nosotros pretendíamos trascender las adicciones,
teníamos que actualizar el plano espiritual del ser humano que es
donde se pueden esperar respuestas de otra jerarquía,
teníamos el alcohol y el tabaco legales y tenía los mismos
problemas la ciudadanía con el alcohol y el tabaco. El
problema no era si la marihuana era legal o no era legal, el problema
era si nosotros íbamos a ser respetados como ciudadanos con derechos
esenciales.
Para
un psiquiatra y para la salud mental es fundamental que el ser humano
con que se trabaja sea un ser humano nítido, claro, jurídico, en
derecho. Como acto de salud salimos a exigir el tratamiento del ser
humano tal cual como está puesto en el derecho y tal cual como Chile
tiene el compromiso internacional para ser atendido el ser humano en
ese aspecto.
Nosotros
empezamos a trabajar, la primera vez pasó lo que dijo el Ministro.
Después con más antecedentes ellos vieron que las cosas eran tal
cual como eran, por lo tanto decidieron ellos operan y salir a
respetar. Porque los recursos fueron planteados pensando que la Corte
Suprema y la Sala Penal es quien cautela los derechos esenciales en
el país, el organismo responsable, la jerarquía superior de seres
del servicio público que dicen cuál es el ser humano y cuando ese
ser humano está siendo violentado o no, esa es la pega de la Corte
Suprema y nosotros fuimos trabajando con ellos desde el imputado,
desde el condenado la segunda vez ya y después con estos matices que
dice el ministro, que los
otros cuatros ministros a pesar del número de planta igual
reconocieron que había derecho lo cual habla que hay un proceso de
transición que estamos viajando, que estamos avanzando de a poco, lo
cual me parece que hace más real el proceso, de algo que está en
evolución que está en este minuto está en una fase de aceleración
de esta evolución, es muy interesante, muy potente.
Del
punto de vista sanitario nosotros estamos felices y valorando como un
poder del Estado se impregna, satisface el control de
convencionalidad, satisface el control que pone la Convención
Interamericana a los Estados de que en ningún caso, por ningún
motivo transen el respeto a los derechos esenciales, salvo en
aquellas razones, en aquellas situaciones donde ha lugar: daño a
terceros.
Entonces,
como proceso sanitario nosotros estamos muy contentos de haber
obtenido esta manifestación paradigmática, evolutiva de un poder
del Estado con una lógica más evolutiva que nos da esperanza para
seguir trabajando, lo encontramos genial, independiente del estado
actual de la comprensión que va evolucionando, va evolucionando...
Para
nosotros eso es lo más relevante, estar aquí hoy día en un espacio
judicial. Habitualmente la gente, la ciudadanía no está
acostumbrada a participar especialmente, tiene un temor reverencial,
como que se asusta. Hay
un espacio hoy día donde podamos estar ciudadanos agradeciendo como
un poder del Estado empieza a mirar a la vida humana desde otra
jerarquía, abre esperanza, abre motivación y el interés que tiene.
Porque ya no son solo las absoluciones, además el interés del
Ministro y el interés del Presidente de apoyar al Ministro, Don Hugo
Dolmesht para venir. Hay un interés por esencializar la mirada de la
justicia en Chile ya que se abrió el espacio.
Aquí
lo que hay que hacer es seguir cultivando la oportunidad, una
oportunidad que encontramos nosotros, o sea genial, estar viviendo el
cambio de era aquí, con una lucidez que va en evolución pero que da
cuenta que el ser humano con que se está trabajando, es un ser
humano a los que se le reconocen espacios sutiles, se le reconocen en
la existencia, es como estar aplicando conocimiento científico
contemporáneo a la justicia, a la cultura, es como estar partiendo
de que alguien dijo de que la realidad siempre es con cuestiones
espirituales, no solo materiales y la vida humana no está al margen
de eso. Sin embargo, la atención hacia al ser humano ha soslayado y
en este momento, en este instante, es justamente la actualización,
la aplicación del conocimiento contemporáneo a la justicia, a la
cultura, a la salud y eso nos parece casi un milagro, para muchos
una sorpresa, para nosotros también, pero es algo muy concreto, está
muy bien fundamentado y que nosotros estamos muy satisfechos muy
orgullosos como profesionales, haber levantado una estrategia de esta
categoría con los resultado que está teniendo.
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