Ley Autocultivo, atornillando al revés
Se
retoma en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, la
discusión sobre autocultivo y expendio de cannabis para uso
medicinal. Respecto a lo primero, el Autocultivo, es necesario saber
que hace unos meses la 2da. Sala Penal de la Corte Suprema, la máxima
autoridad en materia penal de nuestro país, dilucidó la correcta
aplicación del artículo 8° de la Ley 20.000, y explicitó
categóricamente que el
Autocultivo, individual o colectivo, es Legal en Chile. Es decir, el
cultivo para el propio uso o consumo de quien o quienes cultivan no
está penalizado, no es
delito, es perfectamente legal, siempre y cuando se mantenga en este
ámbito. Desde el punto de vista jurídico el tema está sanjado.
(Sentencia
4949-2015)
Haciendo
caso omiso de este vital antecedente, los Diputados siguen tramitando
una mal llamada Ley Autocultivo, para "despenalizar" lo que
no se encuentra penalizado y someterlo a una "regulación"
que en su concepción misma ignora y menosprecia la razón última de
la legitimidad de esta conducta: una noción de Ser Humano con
Soberanía y Facultades que el Estado tiene obligación de proteger,
y se empeñan torpemente en llegar a acuerdo respecto a cuanto, como
y a quien "permitir" cultivar, y a quien castigar
penalmente por hacerlo, dejando un pequeño margen de acción dentro
del mismo paradigma, con el cuál muchos se han encandilado y
confundido. (Lea el proyecto en su estado actual)
Se
olvidan los Diputados, que la potestad punitiva del Estado está
definitivamente limitada por la dañosidad de la conducta a castigar
respecto del Bien Jurídico protegido, en este caso la Salud Pública,
y desde la perspectiva jurídica este daño queda totalmente excluido
para el caso del Autocultivo o cultivo destinado al propio uso y
consumo, de manera que no existe razón dentro del Derecho para
castigar, restringir o regular penalmente, por medio del temor a la
coacción punitiva, la expresión de intimidad y privacidad de las
Personas que implica el cultivo personal de cannabis.
La
modificación que intentan esconde prejuicio y discriminación, y en
definitiva así como va, no resuelve nada. Simplemente no comprenden
y han perdido de vista la
reivindicación ciudadana que inspiró y movilizó la presentación
de los proyectos originales, de los Diputados Robles
y Mirósevic y Karla
Rubilar,
cuyos considerandos expresan y fundamentan.
La
vulneración, discriminación y criminalización que se ha
infringido por décadas en contra de cultivadores y usuarios de
cannabis, invisibilizada por el distorsionado y mal comprendido
problema de la adicción, la campaña del terror en contra del uso de
psicoactivos, y el inútil combate al narcotráfico, no se resuelve
con la burda medida de "autorizar" una "cantidad
suficiente" de plantas por casa o de gramos a portar.
Esta
clase de ajustes, lejos de ser un avance, son un retroceso en la
intención de evolucionar, confirman y afirman justo aquello que
queremos terminar. Con la ley vigente -ahora lo sabemos- el
autocultivo no solo no está penado, sino que se lo puede comprender,
como lo ha hecho la Corte Suprema, como un acto perfectamente
legítimo y respetable, que no se encuentra reñido con el
ordenamiento jurídico sino que protegido por él , y su regulación
natural está en su definición: estar destinado al propio consumo.
¿Cuál consumo? ¿Cuanto consumo?, no es algo que pueda o deba
quedar pre-fijado en la Ley.
El
uso o consumo Personal es el uso que Usted le da, el provecho que
Usted puede y esta dispuesto a sacarle. Hablar de distintos tipos de
usos y usuarios ha servido para alimentar una nueva y absurda
discriminación, ahora entre usuarios, que confunde hasta los mejor
intencionados, y ha sido usada falazmente para inclinar la balanza en
favor de una respuesta menos inclusiva y francamente fuera del
Derecho y de la Ley, que se deja llevar por cálculos políticos que
se mueven al ritmo de la ignorancia, el prejuicio y la discriminación
que son presentados como "un primer paso".
Plantear
que la cuota de cultivo que se "permitirá" es "más
que suficiente", es no comprender la naturaleza de la facultad
que se está buscando proteger, un territorio donde al Estado no se
le permite incidir. Nosotros
no estamos pidiendo una excepción ni una concesión, estamos
exigiendo que se cumpla la Ley, y que la Ley no sea modificada para
dejarnos en una peor condición.
Afirmar
que esta clase de ordenamiento, arbitrario, superficial y
cuantitativo permitiría más "objetividad" a la hora de
determinar quien es cultivador y quien es traficante, es no
comprender la naturaleza del delito de tráfico ni el funcionamiento
del Sistema Penal, es no conocer ni respetar la realidad del cultivo
y uso del Cannabis en Chile.
Para
volver factible el uso medicinal en el sistema institucional de
salud, público o privado, uno de los proyectos originales promovió
el expendio o comercio de cannabis para uso médico, sometido por su
puesto a todos los controles que fueran exigibles. Pero esto ya no
tiene que ver con el Autocultivo, ni con el uso personal, que también
puede ser medicinal.
El
uso médico del cannabis se encuentra específicamente reconocido,
permitido y protegido, tanto por la Ley 20.000 como por los Tratados
Internacionales que conforman la Política Internacional de Drogas.
Si los médicos, el Sistema de Salud, la Academia o los Científicos
e Investigadores en general, no han tenido la motivación o la
capacidad de ocupar este espacio, salvando las dificultades que
supone avanzar desde lo conocido hacia lo desconocido, y ofrecer a
los pacientes respuestas posibles, efectivas, accesibles, el problema
no ha estado en la Ley, tal como no lo estaba para el Autocultivo.
Prueba de esto es que sin cambio legislativo alguno, actualmente se
cultiva a gran escala con autorización del SAG, se investiga en
universidades y se prepara un medicamento en base a cannabis, que
seguramente contará, como corresponde, con las certificaciones
necesarias de las autoridades competentes. El comercio de cannabis
para uso medico ya está en marcha, y no ha sido porque la ley
cambiara.
No
degrademos la Ley para que esté a la medida de lo que el control, el
prejuicio y la discriminación están dispuestos a aceptar. No nos
empequeñezcamos en nuestra relación con el Estado. Sigamos
trabajando hasta que lo esencial se respete, aportando con nuestro
esfuerzo por Despertar. Estamos en Derecho, respondamos a la altura.
El
enfoque de los Derechos Fundamentales no es un argumento mas para
repetir, es una mirada para incorporar y vivir en consecuencia, con
coraje, con firmeza, con transparencia, en común-unidad para
cuidarnos y protegernos.
Un
fuerte abrazo!
Equipo
Triagrama.
Mientras queden personas que externalicen su poder y crean que alguien sabe mejor que uno el sentido que le da a la vida, habremos quienes aplicando en nuestra vida la autonomía de no necesitar quién nos gobierne (anarquía consciente) haremos lo que es nuestro derecho y herencia. #CULTIVAMOSCANNABIS para despertar la conciencia
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